Soy Todo y Soy Nadie

Hace mas o menos un siglo que decidí dejarlo todo... No entendía porque, era un capricho de placer... de cariño... y de emoción...

Una emoción que nace una sola vez, se apaga y permanece en los corazones; pues yo lo dejé todo para mantener despierta esa emoción y nunca dejarla morir.

Han pasado 100 años y sigo siendo el mismo, tal vez un poco mejorado, actitud positiva, manteniendo el perfil que me caracteriza; pero lo que dejé hace tiempo era lo que me iba a mantener vivo y hoy estoy muriendo.

Aquello especial que obtuve lo había dejado ir... esa magia productiva la hice desaparecer para cumpliar la misión de mantener la emoción bajo pasión... no lo logré.

Hoy me di cuenta del error que fue dejar todo por nada, hoy no hay nada en mi vida. Soy un mago sin magia, un pianista sin manos y un cantante sin voz.

No me siento mal, me siento fatal; soy tan fuerte que no he muerto pero quisiera hacerlo, no será facil seguir unos cuantos siglos más vivo, menos en mi estado, que aunque lo tengo todo me hace falta aquello que deje hace tiempo.

Fue dificil despertar hoy, ver alrededor del castillo, levantar mi corona y tener un simple recuerdo de la batalla de las Candelarias que hace rato perdí... Perdí todas las batallas y la única que había ganado.. la dejé ir

Fui omnipotente, decidido y con el objetivo de recuperar por lo que antes había servido... No lo logré, perdí lo que había ganado... Quede humillado, desbaratado, casi desprendido de mi reinado.

Antes de partir de regreso a mi castillo, me di cuenta de como había dado la espalda a la batalla ganada... y esta batalla se hizo fuerte, salió adelante y levantó su propio reinado. A pesar de que yo era el único rey, hoy había uno más gobernando aquello que fué mio y que dolorosamente lo dejé partir...

Me di cuenta que siendo todo... ya no soy nadie